Un día más en la sala de espera. Es la misma de ayer, y de la semana pasada. La misma de hace una década. Sin embargo, no tengo la sensación de encontrarme en el lugar de siempre.
Ellos vienen y van. Y cada día presentan caras distintas con el mismo discurso, pero para mí son todos iguales. Tan sólo puntos que toman forma y luego se desvanecen mientras que yo…yo espero mi tren.
Ya lo oigo. Se está acercando. Escuchad vosotros también.
Llevo medio siglo trabajando como ferroviario y he visto partir y regresar a mucha gente.
Hoy cumplo 65 años. Hoy me toca a mí.
Me voy en busca de mi próxima estación. Que nadie me espere. Tengo cosas que hacer.
Hasta siempre.