jueves, 31 de diciembre de 2009

LOS LADRONES DEL CIELO

Aquello del “triste es pedir, pero más triste es robar” ya no suena como dios manda. Se puede robar, pero lo importante es que los hurtos se lleven a cabo en grandes superficies para no afectar a la economía del pequeño comerciante. O, al menos, así lo explica Tim Jones, párroco de la iglesia anglicana en el condado de York.

Según el diario británico The Independent, el religioso aclara a sus feligreses que “el amor de Dios por los pobres y despreciados es superior al derecho de propiedad de los ricos”, por lo que tener la manita un poco larga no será pecado si es por causas justificadas y siguiendo el protocolo.

Él lo tiene claro: Si hay que robar, se roba. Pero con principios. Que se puede ser mangui pero honrado y no por ello contradecir las enseñanzas del octavo mandamiento de la Biblia, ya que, y siguiendo sus palabras, “el hurto es mejor que prostituirse o recurrir a la violencia”.

Desde que aportó su particular opinión sobre el robo y la pobreza el pasado 22 de diciembre, el padre Jones se ha convertido en el Karl Marx de la iglesia anglicana. Eso sí, en su mensaje navideño solicitó moderación en el mal hábito de apropiarse de lo ajeno y pidió que en caso de tener que hacerlo, se robara únicamente lo estrictamente necesario.

jueves, 24 de diciembre de 2009

LA TUMBA DE LAS LUCIÉRNAGAS


Me encantan las veladas de cine en el sofá con mantita, nachos con guacamole y buena compañía. Ayer tuve una de esas tardes y volví a ver La tumba de las luciérnagas de Isao Takahata. No sé por qué pero me emocionó igual que la primera vez que la vi y eso que ya han pasado casi nueve años desde entonces.

En aquella ocasión se trataba de un homenaje al cine asiático al que me invitaron en el Festival del Cómic. Una noche golfa de poco sueño y cuatro o cinco películas que terminó con una perola de chocolate con churros para los asistentes y un coro muy freaky cantando en japonés. Yo tenía la impresión de que lo que había hecho especial este filme era precisamente lo exótico de la noche. Hasta ayer cuando volví a verlo.

La tumba de las luciérnagas es una historia de supervivencia; la de dos niños huérfanos que vagan sin rumbo a finales de la segunda Guerra Mundial. Se trata de un argumento sencillo pero contado con una fuerza dramática que no pasa de moda.

Ayer durante algo más de 90 minutos acompañé a Seita y Setsuko en su búsqueda personal y me emocioné con ellos sin moverme del sofá. Sólo me faltó el chocolate con churros calentito de la primera vez.

Os dejo el tráiler de la peli por eso de que una imagen vale más que mil palabras, pero echadle también un oído a la banda sonora. Merece la pena.



domingo, 20 de diciembre de 2009

VIAJE EN AUTOBÚS



"No hay nada como alejarse un poco para curarse de la psicosis de la proximidad" (Josep Pla)

Es navidad y los escaparates llevan nombre de libro. Editores y comerciantes se preparan para vender las últimas publicaciones de las sagas Millennium o Crepúsculo. Y quién sabe si alguna edición especial de la obra de Ken Follett. Pero, más allá de las super-ventas, la oferta es muy amplia porque cualquier oportunidad es buena para leer. Y si viene en forma de regalo, mejor que mejor.

Yo, que acostumbro a felicitar el año con un libro, ya he hecho mi apuesta personal. Regalaré a Josep Pla.
Os invito, por ejemplo, a viajar con él en autobús unos cuantos años atrás. Serán cien kilómetros cargados de humor, ironía y realidad. Una realidad extraída de pequeños momentos de vidas anónimas a las que Pla inyecta humanidad gracias a la sencillez de su escritura y su aguda mirada, curiosa pero sin llegar al voyerismo.

Viaje en autobús es un recorrido lingüístico y social por la Cataluña de Pla, su Catalunya Vella. Una historia en la que no ocurre nada y al mismo tiempo ocurre todo, como en las mejores experiencias poéticas.

viernes, 18 de diciembre de 2009

EL ÁNGEL TERRESTRE


Ha nacido el Ángel Terrestre. Esta creación celestial no es ninguna figurita del belén, ni el protagonista de la última superproducción norteamericana. Tampoco es un santo, ni carece de sexo. Más bien todo él es sexo aunque no de carne y hueso. Se trata del último invento de los irlandeses Chris y Janice O’Connor, fundadores de la empresa Canden Enterprises.

El “Earth Angel” o Ángel Terrestre no es otra cosa que un vibrador ecológico elaborado en su totalidad con material reciclado y que no requiere pilas. Basta con girar durante cuatro minutos una manivela plegable que se encuentra oculta en la base del juguete para conseguir disfrutar de 30 minutos de actividad ininterrumpida. Vamos, que por poco más de 70 euros se pueden conseguir orgasmos y contribuir, al mismo tiempo, a combatir el cambio climático. ¿Quién da más?

Resta decir que, como la mayoría de los productos de consumo, esta fuente de placer contra el calentamiento global no es verde sino amarilla, ya que lleva la etiqueta de “Made in China”. No me cabe duda de que este ángel caído del cielo hará las glorias de mucha gente.

lunes, 14 de diciembre de 2009

EL ENCUENTRO




En la entrada anterior hablaba de la importancia de acercarse a los libros pero olvidaba la posibilidad de que fueran ellos los que nos encuentren a nosotros. Ayer me ocurrió a mí.

Paseaba por una transitada avenida de la ciudad cuando uno de ellos, que se encontraba haciendo malabares con las palabras, me invitó a unirme a su juego. ¿Te apuntas?-me preguntó a media voz. Alcé la vista y de repente estaba ahí, tumbado sobre un buzón de correos. Enseguida comprendí que ese paquete era para mí. Me acerqué y lo cogí. Se trataba de un libro carmesí de tapas duras y recubierto de polvo que trataba de dar un salto acrobático desde lo alto para llegar a mi bolsillo demasiado pequeño para él.

Tras una breve presentación descubrí su origen noble: un premio Planeta del año 58, hijo de un tal F. Bermúdez de Castro, a quien no tenía el placer de conocer. De camino a casa me contó que su vida había sido un trajín de pasos sin huella y decidí que por fin sus andanzas tomaran rumbo.

Ahora premio Planeta 1958 vive conmigo y me regala cada día un puñado de esas palabras con las que jugaba solo hasta que nos conocimos, o mejor dicho, hasta que me encontró. Porque a veces los libros toman vida propia.



sábado, 12 de diciembre de 2009

DOS PÁJAROS DE UN TIRO

Hagas lo que hagas, ponte bragas. Es una de las frases de mi amigo Javi que ha sentado cátedra. No cabe duda de que es un tipo inteligente, a la vez que ocurrente. Y limpio, que diría mi abuela. Yo ya acostumbraba a utilizarlas mucho antes de que él me lo aconsejara (también soy limpia) pero he de reconocer que desde que se lo escuché por primera vez no puedo evitar esbozar una sonrisa cada vez que encuentro una buena oferta en las tiendas de lencería. Y me digo a mí misma que ir bien cubierta en las bajas esferas no tiene por qué resultar caro.

Parece ridículo hablar de precios cuando se trata de algo tan cotidiano como es la ropa interior, pero no hay que olvidar que en muchos puntos del planeta todavía no están aseguradas las necesidades básicas del ser humano.
Primero son la comida, el agua potable, el vestido, el calzado, el derecho a una vivienda digna y la libertad de expresión. Y después llega lo demás: las necesidades emocionales e intelectuales. Ahí es cuando aparecen las depresiones y también los sueños, tan presentes en los países del primer mundo. Porque sólo cuando está asegurada la supervivencia podemos preocuparnos por saciar otro tipo de inquietudes.
La educación es otro derecho que desde hace algún tiempo ya se está considerando algo esencial porque es a través de ella como se puede tomar consciencia de la realidad para poder cambiarla. De ahí la importancia de la lectura.

El otro día cuando paseaba por el rastro me topé con un puesto que había encontrado la manera de matar dos pájaros de un tiro vendiendo en el mismo pack cultura y abrigo. No quise marcharme sin tomar una foto. Su frase era la siguiente: “Por la compra de tres bragas regalamos un libro”. Ahí queda eso. Y además nos da la clave del tiempo medio que se tarda en leer un libro: tres días, uno por cada braga. Así que, volviendo a mi amigo Javi, le robo la frase y se la modifico: “Hagas lo que hagas, lee un libro y ponte bragas”.


viernes, 11 de diciembre de 2009

COSAS COTIDIANAS II


¡COMÁMONOS EL MUNDO CON LAS MANOS!

martes, 8 de diciembre de 2009

COSAS COTIDIANAS

-Doctor, me siento mal
-¿Por qué? ¿Qué le ocurre?
-Ingestión masiva
-¿Ingestión masiva? ¿De qué?
-De realidad
-Pues póngase a la cola. Estamos ante una epidemia

lunes, 7 de diciembre de 2009

ABRAZOS A PESO


Todos aquéllos que no tengan un perro que les ladre ya disponen de un lugar para suplir sus carencias. Desde el pasado día 4 de diciembre, Barcelona cuenta con una tienda en pleno Paseo de Gracia que reparte amor, besos y abrazos por un módico precio que oscila entre los cinco y los treinta euros. Y no estoy hablando de servicios carnales para consumir en el local, no os vayáis a creer. Es algo mucho más sutil.
En este caso concreto se trata de cajas de regalo destinadas a un fin solidario que utilizan el cariño para despertar una sonrisa y los abrazos para prodigar calor. Artificial, pero calor. Eso me lleva a pensar que en un mundo capitalista basado en relaciones mercantiles todavía existen cosas que no se pueden comprar y que, sin embargo, hacen mucha falta. Y, la verdad, es que me alegro.

sábado, 5 de diciembre de 2009

HISTORIAS DEL METRO


Viajar siempre es una aventura. Y no es necesario llegar hasta Laponia, Nueva York o Río. Basta con tomar el metro una mañana cualquiera, eso sí, mejor si es en hora punta. Por supuesto, encontrar un sitio libre nada más entrar en el vagón resulta casi un milagro a excepción de que nos montemos en la última o la penúltima parada de la línea, que frecuentemente significa que vivimos en el quinto carajo.
Volvamos al momento vagón. Es conveniente saber dos o tres cosas fundamentales. La primera: cuando llegue el metro al andén nadie del interior se moverá para que puedas acceder aunque éste esté vacío. Forma parte del ritual matutino de la gran ciudad. Así que si quieres entrar, ya puedes lanzarte en plancha en cuanto se abran las puertas y mover los codos de derecha a izquierda hasta que te hagan sitio, no sin antes acordarse de gran parte de tu familia. Otra opción es esperar a que alguna alma caritativa te haga un hueco, pero corres el riesgo más que probable de llegar al trabajo con un par de horas de retraso. Solución: empuja y entra. Con esto habrás conseguido la primera prueba.
Sentarse ya es harina de otro costal. Lo primero que hay que tener en cuenta es que los lugareños poseen una técnica bien depurada para hacerse con el mejor sitio en el menor tiempo posible. Consiste en observar a las personas que van sentadas y deducir en qué parada van a bajar. Pinta complicado pero es más sencillo de lo que parece.
La escena es digna de película: unos duermen, otros escuchan música. También los hay que se culturizan el metro, por lo general con un best seller de los que anuncian por la tele. Y luego están los que sonríen. Es en ellos en los que nos tenemos que fijar porque son los funcionarios que viajan ensimismados pensando en el café de una hora que se van a tomar cuando lleguen a su trabajo o en los dos o tres periódicos que leerán en la cafetería antes de encender su ordenador. Ellos son la clave, porque además trabajan en el centro y abandonan el vagón cuando éste está hasta los topes.
Nos debemos situar discretamente delante de ellos y agarrarnos a la barra de tal manera que nadie se nos pueda colocar delante en un descuido. Ya sólo resta esperar a que se levanten y saltar en plancha al asiento. Éste es mi consejo. ¡Feliz viaje!

domingo, 1 de noviembre de 2009

La memoria de las tortugas


Siempre hemos soñado con poder controlar la mente a través de microchips. Decenas de películas presentan máquinas con aspecto humano cuyo cerebro es el resultado de la técnica más avanzada. Son robots a las órdenes de una computadora que les dota de vida sin tenerla. Sin embargo, la grandeza de la naturaleza supera a la ficción y las tortugas marinas son un ejemplo.

Estos quelonios cuentan con una especie de chip incorporado en su cerebro que les permite identificar el lugar donde nacieron aunque se encuentre a kilómetros de distancia y es allí adonde van a poner sus huevos. Casi de manera mágica su primera casa, el lugar del que proceden, queda registrada de manera natural en su cabeza sin necesidad de ordenadores, ni de cineastas. Por eso, mi primera entrada de este blog va dedicada a las tortugas marinas y a su memoria, la gran olvidada.