sábado, 9 de enero de 2010

EL REGALO QUE LO CALLÓ TODO

Le pedí que me tratara como a una reina y me regaló unas zapatillas de felpa. Esa misma tarde lo dejé. Y no fue porque no me gustaran las zapatillas, que tenían su gracia. Ni porque después de tanto tiempo de relación no supiera el número que calzo.

El mensaje que les pintó con cola blanca, casi un homenaje borbónico, tampoco me molestó a pesar de mi convicción republicana. Es más, pensé que era una frase muy real para una reina. Tan real como las veces que él me la había repetido antes. Pero tampoco lo dejé por eso. El verdadero porqué estaba ahí, en las propias zapatillas.

Puse punto y final a nuestra relación porque entonces comprendí que ni siquiera se había molestado en desenvolver la gramática española que le regalé con todo cariño para su cumpleaños.


21 comentarios:

  1. Jeje, qué bueno. Es que no tenía espacio para separar más el "por qué", jeje. Me están dando ganas de ir a por cola blanca y tunearme las zapatillas, jeje.

    Besos :)

    ResponderEliminar
  2. Yo me he resignado, nadie sabe escribir del todo bien. :(

    ResponderEliminar
  3. Ya lo dicen, ya: las relaciones necesitan de espacios para que fluyan...

    ResponderEliminar
  4. Una razón más que suficiente, Sally. Me gusta.

    ResponderEliminar
  5. Un tio que te regala unas zapatillas tan "marujiles " se merece que le dejes y que le regales una bata de franela y un " braguero "..
    Un beso por tan divertido post

    ResponderEliminar
  6. Yo tengo unas zapatillas como esas, sin tunear. Pero nadie, ¡con la falta que me hace! me ha regalado los dos tomos de la nueva y definitva gramatica, ay

    Salu2 Córneos.

    ResponderEliminar
  7. Me ha venido a la cabeza esta canción de Panteón Rococó:

    "Finge que te importo un poco,
    que me pones atención.
    Finge que estás escuchando,
    a este humilde servidor.
    Finge que me conocieras,
    que no es una noche más".

    Besicos tuneados

    ResponderEliminar
  8. Con elegancia y dignidad, hay que decir "adiós" cuando, ves el camino con ciertas tormentas. "La gramática española" corona la despedida.

    Un abrazo sereno
    Namasté-OM

    ResponderEliminar
  9. Con las patadas al diccionario no puedo!!! Y oye, patadita por patadita...

    Un beso

    ResponderEliminar
  10. Jajajaja me encanta. ¿No me había pasado antes por aquí? Recuérdame que lo haga más a menudo.


    Bueno, entonces dices que el tiovivo más antiguo ¿eh? Qué suerte la tuya :) Es que esos cacharros son mágicos, guardan algo que sólo pueden ver ciertos ojos...ojos soñadore, supongo.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  11. Admirable relato, magistral ironía, pura literatura. Felicitaciones.

    ResponderEliminar
  12. Hola!! te he descubierto a través de otro blog, y la verdad, este post que has escrito ha sido genial. Tan corto pero dice tanto!! creo que seguiré leyéndote!!

    María
    www.diarribadiabajo.blogspot.com

    ResponderEliminar
  13. Hay regalos que aturden...
    Intenciones inexplicables, pero me gustó el cierre que le haces a la historia.
    Tendré que hacer filas para pedirte un autógrafo.

    ResponderEliminar
  14. Yo también le hubiera dejado. Un post para hacernos sonreir y recordar(me) una de las pocas faltas gramaticales que siempre cometo cuando escribo...de todas formas, ¡mira que regalar unas zapatillas como un "regalo de reinaaaa"!.

    ResponderEliminar
  15. A mí me regalan unas zapatillas de felpa y me falta tiempo para arrojar por la ventana a la autora del presente, esté bien o mal escrito el mensaje.

    ResponderEliminar
  16. ufff... minimo te calientan los pies del coraje.

    bueno el darle punto y aparte a una relacion maltrecha y bienvenida al silencio de la valentia.

    te invito a mi mundo y ya te sigo. vos me seguis tambien o que? jaja

    ResponderEliminar
  17. Si lo dejaste por le mensaje de las zapatillas, creo que deberías buscarlo..... tienes a un hombre que te es sincero, y que a pesar de todo, te ama.

    Me encantó tu post..., espero no haber estropeado el encanto de la historia. Cariños.

    ResponderEliminar
  18. jajajajaja
    Entraría en mi top 3 de regalos espantosos! (pero al menos es útil)
    :D

    ResponderEliminar
  19. Jajajajaja, yo también estaría muy dolida. Si es que la gramática es fundamental, caray.

    Muá.

    ResponderEliminar
  20. Lucía, hay tuneos y tuneos. Échale más imaginación a las tuyas. Besos.
    X, es verdad que todos podemos cometer errores pero cuando se trata de un regalo y de una sola frase...
    Desorden, si ya lo dijo Sabina: dos no es igual que uno mas uno.
    Un abrazo, Chose.
    París, lo de la bata de franela me lo apunto. Muy bueno.
    Javier, verbaliza tus necesidades. No te cortes.
    Closada, te voy a nombrar mi discoteca particular. Siempre descubro nuevos grupos contigo.
    Naia, gracias por tu dosis de serenidad.
    Nalda, :•)
    Eva, estoy contigo. Los tiovivos tienen algo mágico.
    Muchas gracias, Discreto lector.
    M. y Asturiela, tocaré a la puerta de vuestra morada.
    Roberto, me quedo con las intenciones inexplicables.
    Eo, me pregunto qué tipo de zapatillas llevarán las reinas de verdad. De lo que estoy segura es que de éstas no.
    Guizmo, no, si ya decía yo que eso de asesino de gatos callejeros da mucha calle...
    César, tú no has estropeado nada. Con esa cara de niño bueno...
    Marmota, me las pongo todos los días pero guárdame el secreto.
    Siberia, otro beso para ti.

    ResponderEliminar